La Manada somos nosotras

Respuesta a la sentencia de La Manada

Llamamiento Andrea y Lunes Lilas

Compartimos llamamiento por el juicio Violencia Sexual en los San Fermines.

Feminario Veo-Actúo-Cambio

Desde la Federación Agora nos invitan a su feminario que tendrá lugar todos los jueves de éste mes.

Invitación Charla

Invitación a la charla: La coeducación como acción preventiva de la desigualdad y la violencia.

Presentación Libro

Desde Forum de Política Feminista de Málaga nos invita a la presentación de "Las organizaciones Feministas ante el cambio generacional y político 2011-2016"

jueves, 31 de marzo de 2016

Educación para el desarrollo "Miradas de Paz". MZC

Mujeres en Zona de Conflicto nos invitan a éste encuentro:
El próximo 14 de Abril (jueves) de 10'00h a 14'00h en el Salón de Actos de la Planta Baja de las dependencias del Ayuntamiento ubicadas en el Antiguo Edificio de Tabacalera (c/ Concejal Muñoz Cerván, 3. Módulo 3), se celebrará el encuentro que dará fin al proyecto de Educación para el desarrollo "Miradas de Paz"
Este espacio tiene como objetivos el intercambio de experiencias y buenas prácticas, y también el aumento de nuestro conocimiento colectivo sobre quienes estamos trabajando para la promoción de una cultura de paz transformadora en género, para que podamos generar sinergias.
La asistencia es libre pero el aforo es limitado, por lo que es necesario confirmar la asistencia antes de el viernes 8 de Abril, escribiendo a:educación@mzc.es o llamando al 617 455 840.



!Nosotras ya nos hemos inscrito!

viernes, 18 de marzo de 2016

Seminario historia de la teoría feminista


¿Te apuntas? puedes hacerlo a través del correo cursorosacobo@gmail.com

jueves, 17 de marzo de 2016

Carta abierta para exigir justicia por Berta Cáceres

Carta abierta a Federica Mogherini, Alta Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Políticas de Seguridad, y Cecilia Malmström, Comisionada Europea para Comercio, relativa al Asesinato de la Defensora de Derechos Humanos y Medioambientales hondureña Berta Cáceres
15 de marzo de 2016

Estimada Sra. Mogherini,  Estimada Sra. Malmström,

Escribimos en estado de shock y profundo pesar por el asesinato de la defensora de derechos humanos y medioambientales hondureña Berta Cáceres. Era una lideresa indígena lenca, y la coordinadora y cofundadora del Consejo Civil de las Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH). En 2015, le otorgaron el Premio de Medioambiente de la Fundación Goldman, por defender su tierra y los recursos naturales, y muy especialmente por su campaña contra el proyecto de la presa Agua Zarca. Este proyecto recibe fondos nacionales e internacionales de diferente procedencia, incluido el banco de desarrollo alemán FMO, y la fundación Finnfund, de Finlandia. Voith Hydro, empresa constituida por Voith y Siemens (ambas con base en Alemania), también está involucrada en el proyecto como suministradora de equipamiento.

La Sra. Cáceres tenía medidas preventivas por parte de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (IACHR) desde 2009[i], pero no recibió toda la protección que hubiese sido necesaria. Es una de las 15 personas, defensoras de derechos humanos que han sido asesinadas en Honduras, a pesar de ser beneficiarias de las medidas preventivas de la IACHR, tal como se recogía en el informe del Comité de Familiares de Personas Desaparecidas en Honduras (COFAHEG). El 5 de marzo de 2016, el IACHR garantizó medidas preventivas a los miembros del COPINH, familiares de Berta Cáceres y a Gustavo Castro Soto, debido a la falta de seguridad que sufrían.[ii]

Gustavo Castro Soto, defensor del medioambiente mexicano, periodista y miembro de Otros Mundos Chiapas/ Amigos de la Tierra-México y del Movimiento  Mesoamericano contra el Modelo de Extracción Minera, también fue herido en el ataque contra Berta Cáceres. El 6 de marzo, cuando intentaba salir de Honduras,  con protección de la Embajada Mexicana en Honduras, las autoridades hondureñas se lo impidieron, antes de pasar la aduana en el Aeropuerto Internacional de Tegucigalpa, con el pretexto de que tenía que prestar nuevamente testimonio. Según las últimas informaciones, de 8 de marzo, se le exigió que permanezca en el país por lo menos 30 días más.[iii]

La muerte de Berta Cáceres confirma lo que el informe de 2015 ya había mostrado: Honduras es uno de los países más peligrosos para personas activistas en defensa del medioambiente. Por lo menos 109 personas activistas han sido asesinadas entre 2010 y 2015. Desde el golpe de 2009, Honduras se ha convertido en uno de los lugares más peligrosos para una persona defensora de los derechos humanos de cualquier tipo. El asesinato de Berta Cáceres envía un mensaje devastador a todas las personas hondureñas que intente ejercer sus derechos, incluido el de defender sus derechos humanos.
Damos la bienvenida a la declaración que la Delegación de la Unión Europea en Honduras junto con los estados miembros, han emitido tras el asesinato de la Sra. Cáceres[iv], así como la declaración de la portavocía[v], resaltando la necesidad de “una investigación completa y transparente” y solicitando protección completa para el Sr. Castro Soto y que se le permita salir del país lo antes posible.

Les rogamos que, mediante el diálogo político, soliciten al Estado de Honduras que:

Apoye una investigación internacional independiente del asesinato de la Sra. Cáceres, investigación liderada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, cooperando de forma completa con tal investigación. Una investigación independiente es esencial, dada la falta de confianza en el sistema judicial, consecuencia de la impunidad reinante[vi], incluidos los casos de personas defensoras de derechos humanos, y la naturaleza emblemática de este caso.

Se asegure de que las autoridades judiciales hondureñas cumplen con sus obligaciones para investigar el asesinato de Berta Cáceres de forma pronta y efectiva, en cooperación con la investigación internacional, y ajustándose a líneas de investigación que tengan en cuenta el contexto de trabajo de Berta Cáceres y su situación de riesgo, mientras persiguen a los autores intelectuales y materiales, y que garanticen los debidos procesos y acceso a la justicia.

Cumpla las medias preventivas garantizadas por la IACHR el 5 de marzo y proporcione protección inmediata, efectiva y cuidadosamente consultada a las personas miembros del COPINH, familiares de Berta Cáceres, el Sr Castro y todas las personas que sean consideradas testigos del caso. El Estado Hondureño debe de informar al IACHR sobre las medidas adoptadas en este sentido hasta el 18 de marzo de 2016.

Proceda inmediatamente a cancelar la concesión concedida a DESA para el proyecto Agua Zarca, que representa una violación del artículo 15 de la Convención ILO 169 (C169), ya que no existe evidencia que sugiera que el pueblo indígena Lenca haya dado nunca su consentimiento, antes de que el Congreso Nacional Hondureño aprobase la concesión en septiembre de 2010. Todas las demás concesiones en territorios Lenca aprobadas sin consentimiento libre, previo y debidamente informado, deben de ser suspendidas. El Estado de Honduras ha ratificado la Convención ILO 169 y la Declaración de Derechos de los pueblos Indígenas. Por tanto, tiene la obligación internacional de solicitar el consentimiento de los mismos.

Avance en medidas e implementación de mecanismos para protección de las personas defensoras de derechos humanos, periodistas, personas trabajadoras de los medios de comunicación y de la justicia, que deben de ser plenamente operativos y estar suficientemente financiados, consultándose las medidas de protección con las personas interesadas.

Además, y de acuerdo con los mecanismos internacionales de Unión Europea, les rogamos que:

Se aseguren de que la Delegación de la UE, así como las Embajadas y Consulados de Estados Miembros de la UE en Honduras, acompañen activamente y vigilen los procesos concernientes a la investigación del asesinato de Berta Cáceres y la situación de Gustavo Castro Soto, de acuerdo con la Normativa de la Unión Europea relativa a Personas Defensoras de Derechos Humanos.

Regulen las inversiones europeas en proyectos de explotación de recursos naturales en territorios indígenas, de forma que se cumplan las obligaciones de los estados en materia de derechos humanos, incluidos los recogidos en la Convención C169, destacados en los Principios de Maastricht de Obligaciones Extraterritoriales de los Estados en el Área de Derechos Económicos, Sociales y Culturales y los Principios Guía de las Naciones Unidas. Como se indica anteriormente, la concesión otorgada a DESA para el proyecto Agua Zarca, representa una violación del artículo 15 del C169.

En el marco de la implementación de los aspectos fundamentales del Acuerdo de Asociación entre la UE y Centroamérica, verifiquen que todas las cláusulas relativas a la implementación de derechos laborales, medioambientales y sociales son respetadas por el Estado Hondureño, así como por los Estados miembros de la Unión Europea, cuyas compañías estén involucradas en tales proyectos en Honduras. Pongan en funcionamiento todos los mecanismos disponibles a fin de asegurar el pleno respeto e implementación de estas cláusulas así como del art. 1 del acuerdo.

La UE debe de apoyar a quienes ponen en riesgo sus vidas para proteger los derechos  humanos y medioambientales en Honduras. Y tal y como se ha insistido en la UE, las personas defensoras de derechos humanos de todo el mundo, merecen que no prevalezca impunidad de ningún tipo en el atentado contra ellas y contra los derechos humanos.



[i]“La IACHR Condemna el Asesinato de Berta Cáceres en Honduras”, 
[ii]Medida preventiva N. 112-16, 5 marzo 2016 (disponible en español): www.oas.org/es/cidh/decisiones/pdf/2016/MC112-16-Es.pdf. 
[iii]OHCHR, “Honduras: “Otro defensor necesita protección tras el asesinato de Berta Cáceres” – experto de la Naciones Unidas”, 10 marzo 2016 (disponible en castellano e inglés): http://www.ohchr.org/EN/NewsEvents/Pages/DisplayNews.aspx?NewsID=17198&LangI 
[iv]Declaración local de la UE sobre la muerte de la defensora de derechos humanos Berta Cáceres, 3 de marzo 2016 (solo en español). Disponible en: http://eeas.europa.eu/delegations/honduras/press_corner/all_news/news/2016/20160303_es.htm 
[v]Declaración de la Portavocía sobre el seguimiento de la muerte de Berta Cáceres en Honduras, 12 de marzo de 2016. Disponible en: http://eeas.europa.eu/statements-eeas/2016/160312_02_en.htm 
[vi]El ultimo informe de la IACHR sobre la situación de los derechos humanos en Honduras, diciembre de 2015, manifiesta que la impunidad es “estructural” en el país. Disponible en:  http://www.oas.org/en/iachr/reports/pdfs/Honduras-en-2015.pdf.

miércoles, 16 de marzo de 2016

Petición de Justicia para Berta Cáceres

Compartimos petición que las compañeras de CIFCA nos hacen solicitando Justicia para Berta Cáceres.

Nosotras ya nos hemos sumado a su petición:


Desde el CIFCA; plataforma que forma parte AIETI, os enviamos 
el siguiente link, donde encontraran una solicitud de adhesión a una carta abierta a las responsables de Relaciones Exteriores (Federica Mogherini) y Comercio de la UE (Cecilia Malstrom), solicitando Justicia para Berta Cáceres y protección de derechos humanos en Honduras. ( en ingles).
Esta carta ha sido realizada entre colegas de FIAN, PBI, ACT UE y Plataforma Internacional contra la impunidad, como acción de seguimiento al comunicado oficial de Mogherini de este sábado, con peticiones muy concretas que han sido elaboradas a partir del consenso de nuestros colegas en Honduras. 
Qué solicitamos?
  1. Aquellas organizaciones interesadas, por favor hacer click en el link,y en caso se esté acordé con las peticiones, firmar la petición como organización o red. Atención! La adhesión se hace directamente desde el enlace de la web.
  2. Difundir esta invitación con otras organizaciones potencialmente interesadas. 
  3. Fecha máxima de adhesion: Martes, 15 de Marzo 2016 a las 20 horas en Bruselas/ 13 pm Centroamérica. Se amplía el plazo hasta el 23 de marzo.
  4. Nuestro compromiso es de difundir la carta firmada misma a altas instancias el miércoles y jueves. 
Gracias a todos de antemano por su colaboración, 
Tatiana Retamozo
AIETI



Indignadas ante el asesinato de Berta Cáceres


El pasado jueves 3 de marzo, Berta Cáceres fue asesinada en su casa a pesar de haber solicitado protección anteriormente.

Berta Cáceres fue una gran activista hondureña,coordinadora del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH).

Activista indígena feminista, defensora del medio ambiente y líder comunitaria.  Defensora en su comunidad para defender las tierras ancestrales en contra de las corporaciones locales y transnacionales que operan ilícitamente explotando los territorios indígenas. Galardonada con el Premio Ambiental Goldman en  2015, por su trabajo en oposición al proyecto hidroeléctrico DESA, que amenazaba con eliminar una importante fuente de agua de la comunidad indígena Lenca.

Aunque desde entonces, ha sido objeto de repetidas amenazas, detenciones arbitrarias y violencia durante varios años. Según el estudio How Many More? publicado por Global Witness, Honduras se convirtió “durante los últimos cinco años en el país más peligroso para ser activista ambientalista, reportándose 101 muertes entre 2010 y 2014”.

Ahora ha sido la de Berta Cáceres.




Nos unimos a las palabras de JASS (Asociadas por lo Justo) cuando gritan: “Este crimen demanda que se destinen a su esclarecimiento los más amplios recursos y la atención, no solo del gobierno hondureño sino también de la comunidad internacional en particular, dada la presencia e influencia del gobierno de Estados Unidos en Honduras.”http://www.justassociates.org/es/accion/jass-condena-asesinato-berta-caceres-exige-que-se-lleve-cabo-investigacion-independiente

lunes, 14 de marzo de 2016

Jornada UMA Clara Peeters y sus otras historias

Con motivo del 8 de marzo, día Internacional de las Mujeres, Alumnado del máster de profesorado de la Facultad de ciencias de la educación organizaron 3 días de jornadas para visibilizar a las mujeres en diversos momentos de la historia y diferentes ámbitos.

Desde Puntos Subversivos colaboramos el pasado miércoles 9 de marzo con éste proyecto en la mesa redonda titulada: “El cuerpo rebelde”.
Compartimos mesa con la Asociación de Estudios Históricos de la Mujer, Amnistía Internacional, Plataforma contra los malos tratos a mujeres: Violencia Cero y con Charo Alises del colegio de abogados

En éste acto hablamos de la importancia de nuestras acciones como asociación feminista y de incidencia política.

Aquí os dejamos unas fotos del evento.




viernes, 11 de marzo de 2016

Invitación acto de presentación de las vocalías del CAPM




El próximo martes, 15 de marzo, a las 17.30 se celebrará el acto de presentación de las Vocalías del Consejo Andaluz de Participación de Mujeres el próximo martes.

Será en el salón de actos del Centro Provincial del Instituto Andaluz de la Mujer en Málaga.

Contaremos por la presencia de la Directora del Instituto Andaluz de la Mujer, Elena Ruiz y de la Coordinadora Provincial de la Mujer en Málaga, Rosa del Mar Rodríguez.

Con el siguiente orden del día.

1. Inauguración del acto por la Directora del Instituto Andaluz de la Mujer, Elena Ruiz y la Coordinadora Provincial de la Mujer en Málaga, Rosa del Mar Rodríguez.

2. Presentación de las Vocalías provinciales y supraprovinciales del Consejo Andaluz de Participación de las Mujeres de la provincia de Málaga:

Vocalías Provinciales: Federación de Mujeres de la Comarca Nororiental de Málaga "Podemos" y Federación de Asociaciones por la Igualdad de Género Guadalhorce Equilibra.

Vocalía Supraprovincial: Federación Feminista Gloria Arenas.

3. Establecimiento de vías de comunicación entre las vocalías y las asociaciones de mujeres.

4. Elaboración de un plan de trabajo a seguir.

5. Presentación, debate y aportaciones al documento “Pacto de Estado para la erradicación de la Violencia de Género”.

6. Ruegos y preguntas.



Quedáis todas invitadas.

Invitación acto de presentación de las vocalías del CAPM




El próximo martes, 15 de marzo, a las 17.30 se celebrará el acto de presentación de las Vocalías del Consejo Andaluz de Participación de Mujeres el próximo martes.

Será en el salón de actos del Centro Provincial del Instituto Andaluz de la Mujer en Málaga.

Contaremos por la presencia de la Directora del Instituto Andaluz de la Mujer, Elena Ruiz y de la Coordinadora Provincial de la Mujer en Málaga, Rosa del Mar Rodríguez.

Con el siguiente orden del día.

1. Inauguración del acto por la Directora del Instituto Andaluz de la Mujer, Elena Ruiz y la Coordinadora Provincial de la Mujer en Málaga, Rosa del Mar Rodríguez.

2. Presentación de las Vocalías provinciales y supraprovinciales del Consejo Andaluz de Participación de las Mujeres de la provincia de Málaga:

Vocalías Provinciales: Federación de Mujeres de la Comarca Nororiental de Málaga "Podemos" y Federación de Asociaciones por la Igualdad de Género Guadalhorce Equilibra.

Vocalía Supraprovincial: Federación Feminista Gloria Arenas.

3. Establecimiento de vías de comunicación entre las vocalías y las asociaciones de mujeres.

4. Elaboración de un plan de trabajo a seguir.

5. Presentación, debate y aportaciones al documento “Pacto de Estado para la erradicación de la Violencia de Género”.

6. Ruegos y preguntas.



Quedáis todas invitadas.

miércoles, 9 de marzo de 2016

MANIFIESTO 8 DE MARZO 2016

Conmemoramos hoy, 8 de Marzo, el Día Internacional de las Mujeres. 

En estos tiempos de incertidumbre y nuevos escenarios las mujeres venimos, una vez mas, a reivindicar nuestro tiempo y nuestro espacio. Somos la mitad de la ciudadanía exigiendo igualdad de derechos, respeto y equidad. Y exigimos que nuestras demandas estén de manera prioritaria en las agendas políticas de cualquier gobierno y de cualquier opción política. 

Nuestras demandas están basadas en principios inalienables de derechos humanos y de justicia social. Las mujeres hemos soportado la parte mas dura de la crisis asumiendo el costo social de la pérdida de derechos del Estado de Bienestar por la doble y triple jornada laboral realizada como exclusivas cuidadoras de la casa, la familia y el cuidado de personas dependientes. 

Hemos engrosado las listas de personas empobrecidas por la crisis en un número mucho mayor que los hombres y estamos sufriendo el deterioro de nuestros empleos también en mucha mayor medida.
Por eso, una vez mas, en este 8 de Marzo venimos a recordar que las mujeres estamos cansadas de ser consideradas ciudadanas secundarias relegadas a las peores condiciones laborales, abocadas a las tareas gratuitas del cuidado, relegadas para los puestos de responsabilidad, cosificadas sexualmente, manipuladas vitalmente por el patriarcado y sus medios de propaganda, expuestas al agravio en el medio público, engañadas con cuentos y quimeras de princesas, obligadas por roles patriarcales y machistas, víctimas de las violencias y el asesinato machistas,  pagando con nuestras vidas la rebeldía de decir BASTA. 

Basta ya!!

No vamos a conformarnos con una igualdad formal que no responde a nuestra reivindicación de igualdad real y efectiva.

Estamos cansadas de seguir preguntándonos:

¿Por qué estamos sufriendo la mayor pérdida de empleos por la crisis?
¿Por qué ocupamos los peores puestos de trabajo y la mayoría de jornadas reducidas y el tiempo parcial en el mercado laboral?
¿Por qué a igual trabajo cobramos menos?
¿Por qué soportamos la mayoría de los cuidados de nuestras familias?
¿Por qué somos relegadas de los puestos de responsabilidad y apartadas de la promoción laboral?
¿Por qué debemos soportar el acoso sexual, la violencia sexista y los micromachismos encubiertos?
¿Por que debemos soportar las violencias machistas y los asesinatos?

Tampoco podemos olvidar en este 8 de marzo denunciar la situación en la que se encuentran muchas compañeras de todo el mundo como consecuencia de las guerras y de los integrismos religiosos, mujeres que se ven obligadas a emigrar poniendo en riesgo su vida y la de sus hijos e hijas. Es el momento de decir basta a las guerras generadas por el patriarcado que utilizan las violaciones como arma de guerra y exponen a  las mujeres a todo tipo de violencias. 
   
Ya no vamos a seguir haciéndonos preguntas, estamos dispuestas a convertir nuestra indignación en fuerza de lucha colectiva, a remover los cimientos de la sociedad patriarcal y machista para exigir lo que como ciudadanas nos corresponde en igualdad y justicia.
Estamos fuertes, estamos unidas, somos la fuerza social de defensa de los derechos humanos de las mujeres y venimos a gritar:

Viva la lucha feminista!
¡Igualdad de género real y efectiva Ya!
...............

TODAS LAS MUJERES, TODOS LOS DERECHOS, TODOS LOS DÍAS.

MANIFIESTO 8 DE MARZO 2016

Conmemoramos hoy, 8 de Marzo, el Día Internacional de las Mujeres. 

En estos tiempos de incertidumbre y nuevos escenarios las mujeres venimos, una vez mas, a reivindicar nuestro tiempo y nuestro espacio. Somos la mitad de la ciudadanía exigiendo igualdad de derechos, respeto y equidad. Y exigimos que nuestras demandas estén de manera prioritaria en las agendas políticas de cualquier gobierno y de cualquier opción política. 

Nuestras demandas están basadas en principios inalienables de derechos humanos y de justicia social. Las mujeres hemos soportado la parte mas dura de la crisis asumiendo el costo social de la pérdida de derechos del Estado de Bienestar por la doble y triple jornada laboral realizada como exclusivas cuidadoras de la casa, la familia y el cuidado de personas dependientes. 

Hemos engrosado las listas de personas empobrecidas por la crisis en un número mucho mayor que los hombres y estamos sufriendo el deterioro de nuestros empleos también en mucha mayor medida.
Por eso, una vez mas, en este 8 de Marzo venimos a recordar que las mujeres estamos cansadas de ser consideradas ciudadanas secundarias relegadas a las peores condiciones laborales, abocadas a las tareas gratuitas del cuidado, relegadas para los puestos de responsabilidad, cosificadas sexualmente, manipuladas vitalmente por el patriarcado y sus medios de propaganda, expuestas al agravio en el medio público, engañadas con cuentos y quimeras de princesas, obligadas por roles patriarcales y machistas, víctimas de las violencias y el asesinato machistas,  pagando con nuestras vidas la rebeldía de decir BASTA. 

Basta ya!!

No vamos a conformarnos con una igualdad formal que no responde a nuestra reivindicación de igualdad real y efectiva.

Estamos cansadas de seguir preguntándonos:

¿Por qué estamos sufriendo la mayor pérdida de empleos por la crisis?
¿Por qué ocupamos los peores puestos de trabajo y la mayoría de jornadas reducidas y el tiempo parcial en el mercado laboral?
¿Por qué a igual trabajo cobramos menos?
¿Por qué soportamos la mayoría de los cuidados de nuestras familias?
¿Por qué somos relegadas de los puestos de responsabilidad y apartadas de la promoción laboral?
¿Por qué debemos soportar el acoso sexual, la violencia sexista y los micromachismos encubiertos?
¿Por que debemos soportar las violencias machistas y los asesinatos?

Tampoco podemos olvidar en este 8 de marzo denunciar la situación en la que se encuentran muchas compañeras de todo el mundo como consecuencia de las guerras y de los integrismos religiosos, mujeres que se ven obligadas a emigrar poniendo en riesgo su vida y la de sus hijos e hijas. Es el momento de decir basta a las guerras generadas por el patriarcado que utilizan las violaciones como arma de guerra y exponen a  las mujeres a todo tipo de violencias. 
   
Ya no vamos a seguir haciéndonos preguntas, estamos dispuestas a convertir nuestra indignación en fuerza de lucha colectiva, a remover los cimientos de la sociedad patriarcal y machista para exigir lo que como ciudadanas nos corresponde en igualdad y justicia.
Estamos fuertes, estamos unidas, somos la fuerza social de defensa de los derechos humanos de las mujeres y venimos a gritar:

Viva la lucha feminista!
¡Igualdad de género real y efectiva Ya!
...............

TODAS LAS MUJERES, TODOS LOS DERECHOS, TODOS LOS DÍAS.

Charlamos en el programa de radio Comunicando en Igualdad.

El pasado 8 de marzo tuvimos el placer de asistir al programa de radio Comunicando en igualdad, comunicando con enfoque de género de RTVMarbella.

Para conmemorar una fecha tan señalada para los derechos de las mujeres, para hablar del movimiento feminista y también para charlar sobre el informe sombra CEDAW.

Bajo la estupenda dirección de Caterina de Tena nos representaron Pilar Iglesias Aparicio y Marcela Santos Lastres.

Si quieres escuchar el programa de radio puedes hacerlo en el siguiente enlace:
http://www.comunicandoenigualdad.es/1/programa_de_radio_785670.html



www.comunicandoenigualdad.es

martes, 8 de marzo de 2016

1º y 2ª Premio de Fotografía corresponsabilidad familiar y laboral

La Delegación de Igualdad del Excmo. Ayuntamiento de Benalmádena ha premiado en su

XIV Concurso fotográfico: corresponsabilidad familiar y laboral

a nuestra compañera Rocío Carmona Horta,

Por sus dos fotos tituladas: Bordando la igualdad y planchando al patriarcado.

Desde aquí queremos felicitarla por su galardón.

                                                           1º Premio: bordando la igualdad

                                         
                                                      2º Premio: planchando al patriarcado











Estas dos fotos cumplen con las bases del premio: Representar el  reparto,  la  cooperación  y  el  compromiso  por  igual entre hombres  y  mujeres  en las  responsabilidades  familiares,  las  tareas  domésticas  y  el  cuidado  de    las persona  en  situación  de  dependencia.  Con  el  fin  dedistribuir  justamente  los tiempos,  para  que  mujeres  y  hombres  puedan  compatibilizar  su  vida  personal, familiar y laboral en iguada de condiciones.

Con estas imágenes se representa que si cambiáramos los modelos desde la infancia, el futuro en igualdad quedaría garantizado.




1º Premio certamen literario del Centro de la Mujer de Benalmádena

Nuestra compañera Pilar Iglesias Aparicio ha ido galardonada hoy por su relato:

 "EL MUNDO QUE NO FUE"

En el XVII Edición del CERTAMEN LITERARIO del Centro de la Mujer del Benalmádena.

!Enhorabuena compañera!

Compartimos el texo íntegro:

¡Qué afortunado me siento de haber nacido a comienzos del siglo XXII, cuando, al fin, hombres y mujeres habían conseguido vivir en igualdad! 

Hoy lo dije en clase, cuando la profesora nos propuso hacer un trabajo de grupo sobre la desigualdad de género a lo largo de la historia, una mirada retrospectiva desde la actualidad. “No debemos olvidar la historia, ni sus sombras, ni sus luces… es la mejor manera de no repetir los errores y avanzar en la evolución humana respetando la memoria de quienes nos abrieron caminos de libertad.”

Y aquí estoy, dispuesto a redactar un pequeño ensayo que nos sirva de guión para el video que queremos hacer Marta, Andrés, Elena, Luis y yo, Alberto Guzmán. Voy a comenzar dejándome llevar y poniendo en palabras las imágenes que vienen a mi mente, tras este seminario sobre “Estudios de los Hombres”, en que hemos hecho un recorrido por el sistema hembrista desde la antigüedad hasta nuestros días.

Lo que más me cuesta comprender es cómo, tanto las mujeres que ejercían la dominación, como los hombres, que eran dominados, pudieron aceptar sin cuestionarlo un sistema tan perverso e inhumano durante siglos, un sistema que sólo gracias al esfuerzo y la lucha incruenta de miles y miles de hombres y algunas mujeres, durante casi trescientos años, fue cambiando muy lentamente y pudo al fin ser erradicado y dar lugar a lo que, hoy en día, todo el mundo considera normal y natural: la igualdad de todas las personas, independientemente de su sexo biológico o adquirido. 

De verdad, le decía a Julia, mi novia, hace un rato, antes de ponerme a escribir: “¿Cómo pudieron las mujeres considerarse superiores a los hombres durante siglos por el sólo hecho de ser capaces de parir? ¿Cómo pudieron disfrutar de sus privilegios sin asomo de vergüenza? ¿Cómo se atrevían a utilizarlos como objetos sexuales, traficando con sus cuerpos y sus vidas, sin sentir un ápice de piedad ante aquellos seres reducidos a la abyección más absoluta? ¿Y cómo aceptaron los hombres siglos de esclavitud, de negación de derechos, sin rebelarse violentamente? ¿Cómo fueron capaces de luchar por sus derechos de forma pacífica, sin llegar en ningún momento a tomar las armas para destruir a quienes los vejaban en la vida pública y la privada?”

Pero basta de divagaciones, debo comenzar a escribir mi ensayo, porque esta tarde tenemos la primera reunión del grupo, y para ello, voy a trasladarme mentalmente a algunos momentos de la historia, identificándome con los hombres protagonistas de los mismos. Cierro los ojos y me dejo llevar por la imaginación.

Me veo recorriendo una pequeña ciudad centroeuropea, allá a mediados del siglo XV. Hay un gran movimiento en la plaza, la multitud acude convocada una vez más por el macabro espectáculo de una quema de brujos. Un carro avanza lentamente llevando como carga un grupo de hombres, con las ropas semi desgarradas y múltiples señales en su cuerpo de las torturas padecidas en las cárceles de la Inquisición. Delante del carro, cubierta con los ropajes propios de su cargo, avanza la obispa, acompañada por dos dominicas inquisidoras, autoras del famoso Martillo de brujos, (que tan bien enseña a buscar en el cuerpo de los hombres, en las zonas más íntimas, bajo sus testículos, en el glande, y en todos los orificios de su cuerpo, las marcas de la Diablesa), y la alcaldesa de la ciudad, junto con las verdugas que encenderán la pira. Estos hombres no han asesinado, ni robado, ni cometido delito alguno. Se les acusa de brujería, en su mayoría, por ser sanadores, hombres que han heredado de sus padres y sus abuelos conocimientos sobre el uso de las plantas medicinales. Al considerar que, por su inferioridad “natural”, los hombres son incapaces de adquirir conocimientos de filosofía, medicina, alquimia, o cualquier otro… la sabiduría que poseen sólo puede haberles sido conferida por su trato carnal con la Diablesa. Se rumorea que uno de ellos, que se mantiene erguido, la cabeza alta, con tremenda dignidad pese a las torturas sufridas, curó a la obispa de sus males, entre otros una sífilis aguda, hace algunos años. Pero claro, eso no ha bastado para evitar su detención y su sentencia. En el grupo de acusados, van dos hombres ancianos. Se les acusa de tratos diabólicos por el simple hecho de vivir solos, no bajo la tutela de alguna mujer, madre, esposa, hermana o hija. Y para añadir mayores razones para su brutal condena, se les acusa asimismo de practicar magia negra las noches de luna llena y poseer gatos embrujados. Lo que se oculta, pero todo el mundo rumorea, es que la Iglesia de la Diosa Madre, se ha apoderado ya de todos sus bienes, cediendo eso sí, una pequeña parte a la vecina que los delató. Busco la mirada clara del joven sanador y pienso que ha corrido peor suerte que Jacobo Felicio, que, doscientos años antes, pese a ser denunciado por la Universidad de París, logró sobrevivir y seguir practicando la medicina, eso sí, sin permitírsele recibir remuneración alguna. 

Se desdibuja en mi mente la imagen del joven sanador, transformándose en otra en que se mezclan la de un numeroso grupo de hombres sufragistas solicitando el derecho al voto ante el Parlamento de Londres, con la de los primeros hombres que intentaron acceder a las escuelas de medicina en el siglo XIX, y que, al recibir negativa tras negativa, tuvieron que crear escuelas sólo para hombres, lo que aún nos recuerda una bella placa sobre un edificio del barrio londinense de Bloomsbury.

¡Qué absolutamente absurdo resulta todo ahora! ¡Qué difícil imaginar siquiera que afamadas doctoras, psiquiatras, andrólogas… repitieron hasta la saciedad que si un adolescente iniciaba estudios reservados únicamente a las mujeres, se volvería impotente y podría sufrir graves trastornos mentales! ¡Hasta dónde puede llegar la estupidez humana!

Vuela mi mente ahora a otro tiempo y lugar. Me encuentro en mi ciudad, Málaga la bella, a finales de enero de 1937. Soy un muchacho joven que escucha aterrorizado, junto a su madre y sus hermanos, el mensaje brutal que emite por la radio la generala Gabriela Queipo de Llano, permitiéndose justificar las agresiones sexuales (violaciones anales en grupo, castraciones, etc.) que una y otra vez repitieron las mujeres contra los hombres en todos los conflictos armados durante siglos) que sus legionarias fascistas amenazaban cometer sobre los hombres “comunistas y anarquistas” por ser estos defensores del amor en libertad. Poco a poco, mi imaginación me lleva a verme transformado en uno de aquellos jóvenes presos en la cárcel de hombres de Málaga, condenados a muerte sin culpa ni juicio, sobre los que realizó sus experimentos la afamada psiquiatra fascista Juana Antonia Vallejo Nájera y su equipo de doctoras. Según sus estudios “científicos”, la doctora Vallejo Nájera se permitía afirmar, sin sonrojo, como lo habían hecho anteriormente filósofas, mujeres de la iglesia, revolucionarias ilustradas y científicas, que los hombres, por su naturaleza tenían rasgos físicos y psíquicos de extraordinaria inferioridad en relación a las mujeres. Los hombres sólo podían transformarse en los seres sumisos y apacibles que el estado fascista preconizaba si se sometían a los frenos impuestos por las mujeres. Y por supuesto, los hombres que luchaban contra el fascismo y la falta de libertad eran seres especialmente malvados, degenerados, llenos de ferocidad y tendencias criminales, que debían de ser tratados médicamente o directamente eliminados mediante la pena de muerte, arrebatándoles a sus hijos e hijas, que los acompañaban en la cárcel, para darlos en adopción a familias fascistas, tratando así de evitar el desarrollo de lo que denominaba el “gen marxista”. Mi imagen en el patio de aquella cárcel infecta, junto a varios hombres rapados, tras haber sido sometidos a un paseíllo abyecto por las calles malagueñas, se desvanece lentamente…
Salto de nuevo en el tiempo y en el espacio. Escondido entre los arbustos, veo cómo un grupo de padres lleva a sus hijos, niños como yo entre cinco y ocho años, hacia una especie de cabaña en las afueras del poblado. Tiemblo, porque sé lo que va a sucederles, como sucedió a millones de niños en muchos lugares del mundo hasta casi finales del siglo XXI.  Van a ser sometidos a la ceremonia de mutilación genital masculina. Primero los tumbarán sobre un colchón de hojas, atarán sus piernas y sus brazos y procederán a practicar profundos cortes en su glande, cortes que cubrirán después con barro e hierbas mientras los niños, aquellos que no se desmayan por el dolor, gritan desesperadamente. En algunos casos, dependiendo de pueblos y lugares, también procederán a extirparles un testículo, o, en algunos casos, incluso, a castrarlos totalmente.

La imagen es demasiado potente. Aunque sé que semejante barbaridad ya es historia, no puedo dejar de sentir, casi físicamente, el terror que tal práctica tenía que producir en aquellos muchachos. Respiro profundamente y aparece en mi imaginación una ciudad de un lejano país asiático, en el que, durante largas décadas, los hombres hubieron de ir cubiertos totalmente con una especie de mantos de color azulado, que dificultaban terriblemente su movilidad. Seres sin rostro, que apenas veían el mundo a través de la tela de rejilla que cubría sus ojos, seres fantasma, totalmente sometidos al dominio de las mujeres, mientras las dirigentes de los países llamados democráticos y civilizados, mantenían tratos comerciales (armas incluidas) con sus gobernantas, sin cuestionar la barbarie que ejercían con sus hombres.

Siento la presión del burka sobre mi piel, la dificultad para respirar bajo la tela que cubre mi rostro, pero la imagen se difumina. Sin embargo, sigo sintiendo una enorme sensación de pánico. Lentamente, percibo que estoy en una pequeña habitación con una cama, cubierta con ropas de dudosa limpieza, y una lámpara que vierte sobre la estancia una débil luz rojiza. Soy un  hombre prostituido, traficado, traído desde un país lejano a este burdel de carretera. Me han quitado la documentación, me amenazan cada día con matar a mi familia si trato de escapar, y me mantienen drogado con sustancias que provocan una erección cada vez que alguna clienta lo exige. Pronto me trasladarán a otro burdel. Porque si no lo hacen, la publicidad de “chicos nuevos 24 horas” dejará de ser realidad y disminuirá la clientela de mujeres ávidas de novedad, excelentes profesionales, respetadas ciudadanas, que no se preguntan a sí mismas cómo pueden disfrutar sexualmente con la vejación y el dolor de los hombres prostituidos. Probablemente no viviré mucho. No me importa, deseo morir.

Las emociones son demasiado intensas. De hecho estoy llorando y tengo los puños apretados. Creo que ya es suficiente. Respiro profundo varias veces y me dispongo a regresar de mi viaje al pasado. Lentamente, muy lentamente, abro los ojos. 

Siento una profunda alegría, un inmenso agradecimiento a los hombres, y, poco a poco, cada vez más mujeres que, durante más de trescientos años, lucharon pacíficamente por transformar ese brutal sistema hembrista, tan lejano del mundo en que me ha tocado vivir. Hay que contar sus historias y rendirles homenaje, pero eso será el tema de un siguiente trabajo.

Como me había conectado al imagewriter antes de cerrar los ojos, las imágenes que aparecían en mi mente han quedado grabadas, convertidas también en palabras y recogidas en un archivo del microcomputador.  

Ya tenemos el guión para nuestro trabajo. Esta tarde continuaremos. Ahora saldré un rato a correr en el parque, necesito aire fresco, contacto con la naturaleza, para que el dolor que la memoria del daño infligido a los hombres me ha producido, se disuelva.
…….

Alberto Guzmán no puede firmar este relato porque las personas que lo habéis leído sabéis bien que la historia no se escribió así, que mi nombre no es Alberto, sino Isabel, María, Estrella, o Carmen, o Manuela, o Vanessa… y que en esta segunda década del siglo XXI, la barbarie patriarcal está aún lejos de ser sólo historia del pasado."

1º Premio certamen literario del Centro de la Mujer de Benalmádena

Nuestra compañera Pilar Iglesias Aparicio ha ido galardonada hoy por su relato:

 "EL MUNDO QUE NO FUE"

En el XVII Edición del CERTAMEN LITERARIO del Centro de la Mujer del Benalmádena.

!Enhorabuena compañera!

Compartimos el texo íntegro:

¡Qué afortunado me siento de haber nacido a comienzos del siglo XXII, cuando, al fin, hombres y mujeres habían conseguido vivir en igualdad! 

Hoy lo dije en clase, cuando la profesora nos propuso hacer un trabajo de grupo sobre la desigualdad de género a lo largo de la historia, una mirada retrospectiva desde la actualidad. “No debemos olvidar la historia, ni sus sombras, ni sus luces… es la mejor manera de no repetir los errores y avanzar en la evolución humana respetando la memoria de quienes nos abrieron caminos de libertad.”

Y aquí estoy, dispuesto a redactar un pequeño ensayo que nos sirva de guión para el video que queremos hacer Marta, Andrés, Elena, Luis y yo, Alberto Guzmán. Voy a comenzar dejándome llevar y poniendo en palabras las imágenes que vienen a mi mente, tras este seminario sobre “Estudios de los Hombres”, en que hemos hecho un recorrido por el sistema hembrista desde la antigüedad hasta nuestros días.

Lo que más me cuesta comprender es cómo, tanto las mujeres que ejercían la dominación, como los hombres, que eran dominados, pudieron aceptar sin cuestionarlo un sistema tan perverso e inhumano durante siglos, un sistema que sólo gracias al esfuerzo y la lucha incruenta de miles y miles de hombres y algunas mujeres, durante casi trescientos años, fue cambiando muy lentamente y pudo al fin ser erradicado y dar lugar a lo que, hoy en día, todo el mundo considera normal y natural: la igualdad de todas las personas, independientemente de su sexo biológico o adquirido. 

De verdad, le decía a Julia, mi novia, hace un rato, antes de ponerme a escribir: “¿Cómo pudieron las mujeres considerarse superiores a los hombres durante siglos por el sólo hecho de ser capaces de parir? ¿Cómo pudieron disfrutar de sus privilegios sin asomo de vergüenza? ¿Cómo se atrevían a utilizarlos como objetos sexuales, traficando con sus cuerpos y sus vidas, sin sentir un ápice de piedad ante aquellos seres reducidos a la abyección más absoluta? ¿Y cómo aceptaron los hombres siglos de esclavitud, de negación de derechos, sin rebelarse violentamente? ¿Cómo fueron capaces de luchar por sus derechos de forma pacífica, sin llegar en ningún momento a tomar las armas para destruir a quienes los vejaban en la vida pública y la privada?”

Pero basta de divagaciones, debo comenzar a escribir mi ensayo, porque esta tarde tenemos la primera reunión del grupo, y para ello, voy a trasladarme mentalmente a algunos momentos de la historia, identificándome con los hombres protagonistas de los mismos. Cierro los ojos y me dejo llevar por la imaginación.

Me veo recorriendo una pequeña ciudad centroeuropea, allá a mediados del siglo XV. Hay un gran movimiento en la plaza, la multitud acude convocada una vez más por el macabro espectáculo de una quema de brujos. Un carro avanza lentamente llevando como carga un grupo de hombres, con las ropas semi desgarradas y múltiples señales en su cuerpo de las torturas padecidas en las cárceles de la Inquisición. Delante del carro, cubierta con los ropajes propios de su cargo, avanza la obispa, acompañada por dos dominicas inquisidoras, autoras del famoso Martillo de brujos, (que tan bien enseña a buscar en el cuerpo de los hombres, en las zonas más íntimas, bajo sus testículos, en el glande, y en todos los orificios de su cuerpo, las marcas de la Diablesa), y la alcaldesa de la ciudad, junto con las verdugas que encenderán la pira. Estos hombres no han asesinado, ni robado, ni cometido delito alguno. Se les acusa de brujería, en su mayoría, por ser sanadores, hombres que han heredado de sus padres y sus abuelos conocimientos sobre el uso de las plantas medicinales. Al considerar que, por su inferioridad “natural”, los hombres son incapaces de adquirir conocimientos de filosofía, medicina, alquimia, o cualquier otro… la sabiduría que poseen sólo puede haberles sido conferida por su trato carnal con la Diablesa. Se rumorea que uno de ellos, que se mantiene erguido, la cabeza alta, con tremenda dignidad pese a las torturas sufridas, curó a la obispa de sus males, entre otros una sífilis aguda, hace algunos años. Pero claro, eso no ha bastado para evitar su detención y su sentencia. En el grupo de acusados, van dos hombres ancianos. Se les acusa de tratos diabólicos por el simple hecho de vivir solos, no bajo la tutela de alguna mujer, madre, esposa, hermana o hija. Y para añadir mayores razones para su brutal condena, se les acusa asimismo de practicar magia negra las noches de luna llena y poseer gatos embrujados. Lo que se oculta, pero todo el mundo rumorea, es que la Iglesia de la Diosa Madre, se ha apoderado ya de todos sus bienes, cediendo eso sí, una pequeña parte a la vecina que los delató. Busco la mirada clara del joven sanador y pienso que ha corrido peor suerte que Jacobo Felicio, que, doscientos años antes, pese a ser denunciado por la Universidad de París, logró sobrevivir y seguir practicando la medicina, eso sí, sin permitírsele recibir remuneración alguna. 

Se desdibuja en mi mente la imagen del joven sanador, transformándose en otra en que se mezclan la de un numeroso grupo de hombres sufragistas solicitando el derecho al voto ante el Parlamento de Londres, con la de los primeros hombres que intentaron acceder a las escuelas de medicina en el siglo XIX, y que, al recibir negativa tras negativa, tuvieron que crear escuelas sólo para hombres, lo que aún nos recuerda una bella placa sobre un edificio del barrio londinense de Bloomsbury.

¡Qué absolutamente absurdo resulta todo ahora! ¡Qué difícil imaginar siquiera que afamadas doctoras, psiquiatras, andrólogas… repitieron hasta la saciedad que si un adolescente iniciaba estudios reservados únicamente a las mujeres, se volvería impotente y podría sufrir graves trastornos mentales! ¡Hasta dónde puede llegar la estupidez humana!

Vuela mi mente ahora a otro tiempo y lugar. Me encuentro en mi ciudad, Málaga la bella, a finales de enero de 1937. Soy un muchacho joven que escucha aterrorizado, junto a su madre y sus hermanos, el mensaje brutal que emite por la radio la generala Gabriela Queipo de Llano, permitiéndose justificar las agresiones sexuales (violaciones anales en grupo, castraciones, etc.) que una y otra vez repitieron las mujeres contra los hombres en todos los conflictos armados durante siglos) que sus legionarias fascistas amenazaban cometer sobre los hombres “comunistas y anarquistas” por ser estos defensores del amor en libertad. Poco a poco, mi imaginación me lleva a verme transformado en uno de aquellos jóvenes presos en la cárcel de hombres de Málaga, condenados a muerte sin culpa ni juicio, sobre los que realizó sus experimentos la afamada psiquiatra fascista Juana Antonia Vallejo Nájera y su equipo de doctoras. Según sus estudios “científicos”, la doctora Vallejo Nájera se permitía afirmar, sin sonrojo, como lo habían hecho anteriormente filósofas, mujeres de la iglesia, revolucionarias ilustradas y científicas, que los hombres, por su naturaleza tenían rasgos físicos y psíquicos de extraordinaria inferioridad en relación a las mujeres. Los hombres sólo podían transformarse en los seres sumisos y apacibles que el estado fascista preconizaba si se sometían a los frenos impuestos por las mujeres. Y por supuesto, los hombres que luchaban contra el fascismo y la falta de libertad eran seres especialmente malvados, degenerados, llenos de ferocidad y tendencias criminales, que debían de ser tratados médicamente o directamente eliminados mediante la pena de muerte, arrebatándoles a sus hijos e hijas, que los acompañaban en la cárcel, para darlos en adopción a familias fascistas, tratando así de evitar el desarrollo de lo que denominaba el “gen marxista”. Mi imagen en el patio de aquella cárcel infecta, junto a varios hombres rapados, tras haber sido sometidos a un paseíllo abyecto por las calles malagueñas, se desvanece lentamente…
Salto de nuevo en el tiempo y en el espacio. Escondido entre los arbustos, veo cómo un grupo de padres lleva a sus hijos, niños como yo entre cinco y ocho años, hacia una especie de cabaña en las afueras del poblado. Tiemblo, porque sé lo que va a sucederles, como sucedió a millones de niños en muchos lugares del mundo hasta casi finales del siglo XXI.  Van a ser sometidos a la ceremonia de mutilación genital masculina. Primero los tumbarán sobre un colchón de hojas, atarán sus piernas y sus brazos y procederán a practicar profundos cortes en su glande, cortes que cubrirán después con barro e hierbas mientras los niños, aquellos que no se desmayan por el dolor, gritan desesperadamente. En algunos casos, dependiendo de pueblos y lugares, también procederán a extirparles un testículo, o, en algunos casos, incluso, a castrarlos totalmente.

La imagen es demasiado potente. Aunque sé que semejante barbaridad ya es historia, no puedo dejar de sentir, casi físicamente, el terror que tal práctica tenía que producir en aquellos muchachos. Respiro profundamente y aparece en mi imaginación una ciudad de un lejano país asiático, en el que, durante largas décadas, los hombres hubieron de ir cubiertos totalmente con una especie de mantos de color azulado, que dificultaban terriblemente su movilidad. Seres sin rostro, que apenas veían el mundo a través de la tela de rejilla que cubría sus ojos, seres fantasma, totalmente sometidos al dominio de las mujeres, mientras las dirigentes de los países llamados democráticos y civilizados, mantenían tratos comerciales (armas incluidas) con sus gobernantas, sin cuestionar la barbarie que ejercían con sus hombres.

Siento la presión del burka sobre mi piel, la dificultad para respirar bajo la tela que cubre mi rostro, pero la imagen se difumina. Sin embargo, sigo sintiendo una enorme sensación de pánico. Lentamente, percibo que estoy en una pequeña habitación con una cama, cubierta con ropas de dudosa limpieza, y una lámpara que vierte sobre la estancia una débil luz rojiza. Soy un  hombre prostituido, traficado, traído desde un país lejano a este burdel de carretera. Me han quitado la documentación, me amenazan cada día con matar a mi familia si trato de escapar, y me mantienen drogado con sustancias que provocan una erección cada vez que alguna clienta lo exige. Pronto me trasladarán a otro burdel. Porque si no lo hacen, la publicidad de “chicos nuevos 24 horas” dejará de ser realidad y disminuirá la clientela de mujeres ávidas de novedad, excelentes profesionales, respetadas ciudadanas, que no se preguntan a sí mismas cómo pueden disfrutar sexualmente con la vejación y el dolor de los hombres prostituidos. Probablemente no viviré mucho. No me importa, deseo morir.

Las emociones son demasiado intensas. De hecho estoy llorando y tengo los puños apretados. Creo que ya es suficiente. Respiro profundo varias veces y me dispongo a regresar de mi viaje al pasado. Lentamente, muy lentamente, abro los ojos. 

Siento una profunda alegría, un inmenso agradecimiento a los hombres, y, poco a poco, cada vez más mujeres que, durante más de trescientos años, lucharon pacíficamente por transformar ese brutal sistema hembrista, tan lejano del mundo en que me ha tocado vivir. Hay que contar sus historias y rendirles homenaje, pero eso será el tema de un siguiente trabajo.

Como me había conectado al imagewriter antes de cerrar los ojos, las imágenes que aparecían en mi mente han quedado grabadas, convertidas también en palabras y recogidas en un archivo del microcomputador.  

Ya tenemos el guión para nuestro trabajo. Esta tarde continuaremos. Ahora saldré un rato a correr en el parque, necesito aire fresco, contacto con la naturaleza, para que el dolor que la memoria del daño infligido a los hombres me ha producido, se disuelva.
…….

Alberto Guzmán no puede firmar este relato porque las personas que lo habéis leído sabéis bien que la historia no se escribió así, que mi nombre no es Alberto, sino Isabel, María, Estrella, o Carmen, o Manuela, o Vanessa… y que en esta segunda década del siglo XXI, la barbarie patriarcal está aún lejos de ser sólo historia del pasado."

1º Premio certamen literario del Centro de la Mujer de Benalmádena

Nuestra compañera Pilar Iglesias Aparicio ha ido galardonada hoy por su relato:

 "EL MUNDO QUE NO FUE"

En el XVII Edición del CERTAMEN LITERARIO del Centro de la Mujer del Benalmádena.

!Enhorabuena compañera!

Compartimos el texo íntegro:

¡Qué afortunado me siento de haber nacido a comienzos del siglo XXII, cuando, al fin, hombres y mujeres habían conseguido vivir en igualdad! 

Hoy lo dije en clase, cuando la profesora nos propuso hacer un trabajo de grupo sobre la desigualdad de género a lo largo de la historia, una mirada retrospectiva desde la actualidad. “No debemos olvidar la historia, ni sus sombras, ni sus luces… es la mejor manera de no repetir los errores y avanzar en la evolución humana respetando la memoria de quienes nos abrieron caminos de libertad.”

Y aquí estoy, dispuesto a redactar un pequeño ensayo que nos sirva de guión para el video que queremos hacer Marta, Andrés, Elena, Luis y yo, Alberto Guzmán. Voy a comenzar dejándome llevar y poniendo en palabras las imágenes que vienen a mi mente, tras este seminario sobre “Estudios de los Hombres”, en que hemos hecho un recorrido por el sistema hembrista desde la antigüedad hasta nuestros días.

Lo que más me cuesta comprender es cómo, tanto las mujeres que ejercían la dominación, como los hombres, que eran dominados, pudieron aceptar sin cuestionarlo un sistema tan perverso e inhumano durante siglos, un sistema que sólo gracias al esfuerzo y la lucha incruenta de miles y miles de hombres y algunas mujeres, durante casi trescientos años, fue cambiando muy lentamente y pudo al fin ser erradicado y dar lugar a lo que, hoy en día, todo el mundo considera normal y natural: la igualdad de todas las personas, independientemente de su sexo biológico o adquirido. 

De verdad, le decía a Julia, mi novia, hace un rato, antes de ponerme a escribir: “¿Cómo pudieron las mujeres considerarse superiores a los hombres durante siglos por el sólo hecho de ser capaces de parir? ¿Cómo pudieron disfrutar de sus privilegios sin asomo de vergüenza? ¿Cómo se atrevían a utilizarlos como objetos sexuales, traficando con sus cuerpos y sus vidas, sin sentir un ápice de piedad ante aquellos seres reducidos a la abyección más absoluta? ¿Y cómo aceptaron los hombres siglos de esclavitud, de negación de derechos, sin rebelarse violentamente? ¿Cómo fueron capaces de luchar por sus derechos de forma pacífica, sin llegar en ningún momento a tomar las armas para destruir a quienes los vejaban en la vida pública y la privada?”

Pero basta de divagaciones, debo comenzar a escribir mi ensayo, porque esta tarde tenemos la primera reunión del grupo, y para ello, voy a trasladarme mentalmente a algunos momentos de la historia, identificándome con los hombres protagonistas de los mismos. Cierro los ojos y me dejo llevar por la imaginación.

Me veo recorriendo una pequeña ciudad centroeuropea, allá a mediados del siglo XV. Hay un gran movimiento en la plaza, la multitud acude convocada una vez más por el macabro espectáculo de una quema de brujos. Un carro avanza lentamente llevando como carga un grupo de hombres, con las ropas semi desgarradas y múltiples señales en su cuerpo de las torturas padecidas en las cárceles de la Inquisición. Delante del carro, cubierta con los ropajes propios de su cargo, avanza la obispa, acompañada por dos dominicas inquisidoras, autoras del famoso Martillo de brujos, (que tan bien enseña a buscar en el cuerpo de los hombres, en las zonas más íntimas, bajo sus testículos, en el glande, y en todos los orificios de su cuerpo, las marcas de la Diablesa), y la alcaldesa de la ciudad, junto con las verdugas que encenderán la pira. Estos hombres no han asesinado, ni robado, ni cometido delito alguno. Se les acusa de brujería, en su mayoría, por ser sanadores, hombres que han heredado de sus padres y sus abuelos conocimientos sobre el uso de las plantas medicinales. Al considerar que, por su inferioridad “natural”, los hombres son incapaces de adquirir conocimientos de filosofía, medicina, alquimia, o cualquier otro… la sabiduría que poseen sólo puede haberles sido conferida por su trato carnal con la Diablesa. Se rumorea que uno de ellos, que se mantiene erguido, la cabeza alta, con tremenda dignidad pese a las torturas sufridas, curó a la obispa de sus males, entre otros una sífilis aguda, hace algunos años. Pero claro, eso no ha bastado para evitar su detención y su sentencia. En el grupo de acusados, van dos hombres ancianos. Se les acusa de tratos diabólicos por el simple hecho de vivir solos, no bajo la tutela de alguna mujer, madre, esposa, hermana o hija. Y para añadir mayores razones para su brutal condena, se les acusa asimismo de practicar magia negra las noches de luna llena y poseer gatos embrujados. Lo que se oculta, pero todo el mundo rumorea, es que la Iglesia de la Diosa Madre, se ha apoderado ya de todos sus bienes, cediendo eso sí, una pequeña parte a la vecina que los delató. Busco la mirada clara del joven sanador y pienso que ha corrido peor suerte que Jacobo Felicio, que, doscientos años antes, pese a ser denunciado por la Universidad de París, logró sobrevivir y seguir practicando la medicina, eso sí, sin permitírsele recibir remuneración alguna. 

Se desdibuja en mi mente la imagen del joven sanador, transformándose en otra en que se mezclan la de un numeroso grupo de hombres sufragistas solicitando el derecho al voto ante el Parlamento de Londres, con la de los primeros hombres que intentaron acceder a las escuelas de medicina en el siglo XIX, y que, al recibir negativa tras negativa, tuvieron que crear escuelas sólo para hombres, lo que aún nos recuerda una bella placa sobre un edificio del barrio londinense de Bloomsbury.

¡Qué absolutamente absurdo resulta todo ahora! ¡Qué difícil imaginar siquiera que afamadas doctoras, psiquiatras, andrólogas… repitieron hasta la saciedad que si un adolescente iniciaba estudios reservados únicamente a las mujeres, se volvería impotente y podría sufrir graves trastornos mentales! ¡Hasta dónde puede llegar la estupidez humana!

Vuela mi mente ahora a otro tiempo y lugar. Me encuentro en mi ciudad, Málaga la bella, a finales de enero de 1937. Soy un muchacho joven que escucha aterrorizado, junto a su madre y sus hermanos, el mensaje brutal que emite por la radio la generala Gabriela Queipo de Llano, permitiéndose justificar las agresiones sexuales (violaciones anales en grupo, castraciones, etc.) que una y otra vez repitieron las mujeres contra los hombres en todos los conflictos armados durante siglos) que sus legionarias fascistas amenazaban cometer sobre los hombres “comunistas y anarquistas” por ser estos defensores del amor en libertad. Poco a poco, mi imaginación me lleva a verme transformado en uno de aquellos jóvenes presos en la cárcel de hombres de Málaga, condenados a muerte sin culpa ni juicio, sobre los que realizó sus experimentos la afamada psiquiatra fascista Juana Antonia Vallejo Nájera y su equipo de doctoras. Según sus estudios “científicos”, la doctora Vallejo Nájera se permitía afirmar, sin sonrojo, como lo habían hecho anteriormente filósofas, mujeres de la iglesia, revolucionarias ilustradas y científicas, que los hombres, por su naturaleza tenían rasgos físicos y psíquicos de extraordinaria inferioridad en relación a las mujeres. Los hombres sólo podían transformarse en los seres sumisos y apacibles que el estado fascista preconizaba si se sometían a los frenos impuestos por las mujeres. Y por supuesto, los hombres que luchaban contra el fascismo y la falta de libertad eran seres especialmente malvados, degenerados, llenos de ferocidad y tendencias criminales, que debían de ser tratados médicamente o directamente eliminados mediante la pena de muerte, arrebatándoles a sus hijos e hijas, que los acompañaban en la cárcel, para darlos en adopción a familias fascistas, tratando así de evitar el desarrollo de lo que denominaba el “gen marxista”. Mi imagen en el patio de aquella cárcel infecta, junto a varios hombres rapados, tras haber sido sometidos a un paseíllo abyecto por las calles malagueñas, se desvanece lentamente…
Salto de nuevo en el tiempo y en el espacio. Escondido entre los arbustos, veo cómo un grupo de padres lleva a sus hijos, niños como yo entre cinco y ocho años, hacia una especie de cabaña en las afueras del poblado. Tiemblo, porque sé lo que va a sucederles, como sucedió a millones de niños en muchos lugares del mundo hasta casi finales del siglo XXI.  Van a ser sometidos a la ceremonia de mutilación genital masculina. Primero los tumbarán sobre un colchón de hojas, atarán sus piernas y sus brazos y procederán a practicar profundos cortes en su glande, cortes que cubrirán después con barro e hierbas mientras los niños, aquellos que no se desmayan por el dolor, gritan desesperadamente. En algunos casos, dependiendo de pueblos y lugares, también procederán a extirparles un testículo, o, en algunos casos, incluso, a castrarlos totalmente.

La imagen es demasiado potente. Aunque sé que semejante barbaridad ya es historia, no puedo dejar de sentir, casi físicamente, el terror que tal práctica tenía que producir en aquellos muchachos. Respiro profundamente y aparece en mi imaginación una ciudad de un lejano país asiático, en el que, durante largas décadas, los hombres hubieron de ir cubiertos totalmente con una especie de mantos de color azulado, que dificultaban terriblemente su movilidad. Seres sin rostro, que apenas veían el mundo a través de la tela de rejilla que cubría sus ojos, seres fantasma, totalmente sometidos al dominio de las mujeres, mientras las dirigentes de los países llamados democráticos y civilizados, mantenían tratos comerciales (armas incluidas) con sus gobernantas, sin cuestionar la barbarie que ejercían con sus hombres.

Siento la presión del burka sobre mi piel, la dificultad para respirar bajo la tela que cubre mi rostro, pero la imagen se difumina. Sin embargo, sigo sintiendo una enorme sensación de pánico. Lentamente, percibo que estoy en una pequeña habitación con una cama, cubierta con ropas de dudosa limpieza, y una lámpara que vierte sobre la estancia una débil luz rojiza. Soy un  hombre prostituido, traficado, traído desde un país lejano a este burdel de carretera. Me han quitado la documentación, me amenazan cada día con matar a mi familia si trato de escapar, y me mantienen drogado con sustancias que provocan una erección cada vez que alguna clienta lo exige. Pronto me trasladarán a otro burdel. Porque si no lo hacen, la publicidad de “chicos nuevos 24 horas” dejará de ser realidad y disminuirá la clientela de mujeres ávidas de novedad, excelentes profesionales, respetadas ciudadanas, que no se preguntan a sí mismas cómo pueden disfrutar sexualmente con la vejación y el dolor de los hombres prostituidos. Probablemente no viviré mucho. No me importa, deseo morir.

Las emociones son demasiado intensas. De hecho estoy llorando y tengo los puños apretados. Creo que ya es suficiente. Respiro profundo varias veces y me dispongo a regresar de mi viaje al pasado. Lentamente, muy lentamente, abro los ojos. 

Siento una profunda alegría, un inmenso agradecimiento a los hombres, y, poco a poco, cada vez más mujeres que, durante más de trescientos años, lucharon pacíficamente por transformar ese brutal sistema hembrista, tan lejano del mundo en que me ha tocado vivir. Hay que contar sus historias y rendirles homenaje, pero eso será el tema de un siguiente trabajo.

Como me había conectado al imagewriter antes de cerrar los ojos, las imágenes que aparecían en mi mente han quedado grabadas, convertidas también en palabras y recogidas en un archivo del microcomputador.  

Ya tenemos el guión para nuestro trabajo. Esta tarde continuaremos. Ahora saldré un rato a correr en el parque, necesito aire fresco, contacto con la naturaleza, para que el dolor que la memoria del daño infligido a los hombres me ha producido, se disuelva.
…….

Alberto Guzmán no puede firmar este relato porque las personas que lo habéis leído sabéis bien que la historia no se escribió así, que mi nombre no es Alberto, sino Isabel, María, Estrella, o Carmen, o Manuela, o Vanessa… y que en esta segunda década del siglo XXI, la barbarie patriarcal está aún lejos de ser sólo historia del pasado."