La Manada somos nosotras

Respuesta a la sentencia de La Manada

Llamamiento Andrea y Lunes Lilas

Compartimos llamamiento por el juicio Violencia Sexual en los San Fermines.

Feminario Veo-Actúo-Cambio

Desde la Federación Agora nos invitan a su feminario que tendrá lugar todos los jueves de éste mes.

Invitación Charla

Invitación a la charla: La coeducación como acción preventiva de la desigualdad y la violencia.

Presentación Libro

Desde Forum de Política Feminista de Málaga nos invita a la presentación de "Las organizaciones Feministas ante el cambio generacional y político 2011-2016"

viernes, 30 de diciembre de 2011

LOS NOMBRES IMPORTAN

Las palabras importan y mucho, podríamos decirle a la nueva Ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. Y peligroso es que no lo sepa una persona que ostenta un alto cargo político.
El lenguaje no sólo expresa pensamiento, sino que también lo crea. El lenguaje no es inocente, ni neutral. El lenguaje expresa y construye conceptos, filosofía, ideología, es decir una forma de entender la vida y estructurar las relaciones sociales. Hablar de “violencia en el ámbito familiar” tiene muchas implicaciones. En primer lugar, ya coloca la “familia”, o más bien un modelo de familia en primer plano. ¿Dónde colocamos los asesinatos a novias y ex novias, los feminicidios, las múltiples agresiones que se producen fuera de ese idílico marco doméstico y privado? E implica también la ignorancia más radical del pensamiento feminista, pensamiento que constituye el más completo paradigma de comprensión y transformación social en la actualidad. Y es ignorar también las resoluciones internacionales que han reconocido la necesidad de visibilizar y erradicar la violencia contra las mujeres, “quizás la más vergonzosa violación de los derechos humanos” en palabras de Kofi Anan, séptimo Secretario General de las Naciones Unidas. 
Durante décadas muchísimas pensadoras feministas han generado conceptos que han permitido analizar la estructura patriarcal y la violencia estructural que el patriarcado lleva consigo. Una violencia que tiene muchos rostros y formas, algunas más suaves y sutiles como el maltrato psicológico o el velado menosprecio a las mujeres, otras más agresivas como la explotación sexual, la violación, la violencia física o el asesinato. Hablar de violencia de género contra las mujeres es poner sobre la mesa la realidad de que en el sistema patriarcal aún imperante socialmente, las mujeres, por el mero hecho de serlo, constituimos un grupo vulnerable, que la socialización todavía no facilita el desarrollo pleno de cualquier ser humano, libre de estereotipos y constricciones, independientemente de su sexo, y que es esa violencia estructural la que está en la base de las agresiones de diferente tipo contra las mujeres. Visibilizar la violencia contra las mujeres es denunciar la necesidad de un cambio radical del sistema patriarcal, es recordar el viejo principio feminista de que lo privado es público y que no basta únicamente con las medidas de protección a víctimas, ni las sanciones penales a maltratadores, ambas de radical justicia, sino que es preciso llevar a cabo la erradicación absoluta del modelo androcéntrico patriarcal, y promover la construcción de una sociedad donde todos los seres humanos puedan vivir en igualdad y dignidad.
Las leyes de igualdad que hemos conseguido en España en los últimos años, fruto en su mayor parte de las acciones reivindicativas de las mujeres durante décadas, apenas han comenzado a constituir un paso, importantísimo eso sí,  en el largo camino de construcción de la igualdad real. Las mujeres feministas, y todos los hombres que quieran trabajar por la erradicación del modelo patriarcal, no podemos permitir que se retroceda ese paso, y que se invisibilicen nuevamente las causas estructurales y sociales de la violencia contra las mujeres, bajo el velo, nada inocente, de una referencia a ”violencia en el ámbito familiar”, o “violencia doméstica”.

LOS NOMBRES IMPORTAN

Las palabras importan y mucho, podríamos decirle a la nueva Ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. Y peligroso es que no lo sepa una persona que ostenta un alto cargo político.
El lenguaje no sólo expresa pensamiento, sino que también lo crea. El lenguaje no es inocente, ni neutral. El lenguaje expresa y construye conceptos, filosofía, ideología, es decir una forma de entender la vida y estructurar las relaciones sociales. Hablar de “violencia en el ámbito familiar” tiene muchas implicaciones. En primer lugar, ya coloca la “familia”, o más bien un modelo de familia en primer plano. ¿Dónde colocamos los asesinatos a novias y ex novias, los feminicidios, las múltiples agresiones que se producen fuera de ese idílico marco doméstico y privado? E implica también la ignorancia más radical del pensamiento feminista, pensamiento que constituye el más completo paradigma de comprensión y transformación social en la actualidad. Y es ignorar también las resoluciones internacionales que han reconocido la necesidad de visibilizar y erradicar la violencia contra las mujeres, “quizás la más vergonzosa violación de los derechos humanos” en palabras de Kofi Anan, séptimo Secretario General de las Naciones Unidas. 
Durante décadas muchísimas pensadoras feministas han generado conceptos que han permitido analizar la estructura patriarcal y la violencia estructural que el patriarcado lleva consigo. Una violencia que tiene muchos rostros y formas, algunas más suaves y sutiles como el maltrato psicológico o el velado menosprecio a las mujeres, otras más agresivas como la explotación sexual, la violación, la violencia física o el asesinato. Hablar de violencia de género contra las mujeres es poner sobre la mesa la realidad de que en el sistema patriarcal aún imperante socialmente, las mujeres, por el mero hecho de serlo, constituimos un grupo vulnerable, que la socialización todavía no facilita el desarrollo pleno de cualquier ser humano, libre de estereotipos y constricciones, independientemente de su sexo, y que es esa violencia estructural la que está en la base de las agresiones de diferente tipo contra las mujeres. Visibilizar la violencia contra las mujeres es denunciar la necesidad de un cambio radical del sistema patriarcal, es recordar el viejo principio feminista de que lo privado es público y que no basta únicamente con las medidas de protección a víctimas, ni las sanciones penales a maltratadores, ambas de radical justicia, sino que es preciso llevar a cabo la erradicación absoluta del modelo androcéntrico patriarcal, y promover la construcción de una sociedad donde todos los seres humanos puedan vivir en igualdad y dignidad.
Las leyes de igualdad que hemos conseguido en España en los últimos años, fruto en su mayor parte de las acciones reivindicativas de las mujeres durante décadas, apenas han comenzado a constituir un paso, importantísimo eso sí,  en el largo camino de construcción de la igualdad real. Las mujeres feministas, y todos los hombres que quieran trabajar por la erradicación del modelo patriarcal, no podemos permitir que se retroceda ese paso, y que se invisibilicen nuevamente las causas estructurales y sociales de la violencia contra las mujeres, bajo el velo, nada inocente, de una referencia a ”violencia en el ámbito familiar”, o “violencia doméstica”.

LOS NOMBRES IMPORTAN

Las palabras importan y mucho, podríamos decirle a la nueva Ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. Y peligroso es que no lo sepa una persona que ostenta un alto cargo político.
El lenguaje no sólo expresa pensamiento, sino que también lo crea. El lenguaje no es inocente, ni neutral. El lenguaje expresa y construye conceptos, filosofía, ideología, es decir una forma de entender la vida y estructurar las relaciones sociales. Hablar de “violencia en el ámbito familiar” tiene muchas implicaciones. En primer lugar, ya coloca la “familia”, o más bien un modelo de familia en primer plano. ¿Dónde colocamos los asesinatos a novias y ex novias, los feminicidios, las múltiples agresiones que se producen fuera de ese idílico marco doméstico y privado? E implica también la ignorancia más radical del pensamiento feminista, pensamiento que constituye el más completo paradigma de comprensión y transformación social en la actualidad. Y es ignorar también las resoluciones internacionales que han reconocido la necesidad de visibilizar y erradicar la violencia contra las mujeres, “quizás la más vergonzosa violación de los derechos humanos” en palabras de Kofi Anan, séptimo Secretario General de las Naciones Unidas. 
Durante décadas muchísimas pensadoras feministas han generado conceptos que han permitido analizar la estructura patriarcal y la violencia estructural que el patriarcado lleva consigo. Una violencia que tiene muchos rostros y formas, algunas más suaves y sutiles como el maltrato psicológico o el velado menosprecio a las mujeres, otras más agresivas como la explotación sexual, la violación, la violencia física o el asesinato. Hablar de violencia de género contra las mujeres es poner sobre la mesa la realidad de que en el sistema patriarcal aún imperante socialmente, las mujeres, por el mero hecho de serlo, constituimos un grupo vulnerable, que la socialización todavía no facilita el desarrollo pleno de cualquier ser humano, libre de estereotipos y constricciones, independientemente de su sexo, y que es esa violencia estructural la que está en la base de las agresiones de diferente tipo contra las mujeres. Visibilizar la violencia contra las mujeres es denunciar la necesidad de un cambio radical del sistema patriarcal, es recordar el viejo principio feminista de que lo privado es público y que no basta únicamente con las medidas de protección a víctimas, ni las sanciones penales a maltratadores, ambas de radical justicia, sino que es preciso llevar a cabo la erradicación absoluta del modelo androcéntrico patriarcal, y promover la construcción de una sociedad donde todos los seres humanos puedan vivir en igualdad y dignidad.
Las leyes de igualdad que hemos conseguido en España en los últimos años, fruto en su mayor parte de las acciones reivindicativas de las mujeres durante décadas, apenas han comenzado a constituir un paso, importantísimo eso sí,  en el largo camino de construcción de la igualdad real. Las mujeres feministas, y todos los hombres que quieran trabajar por la erradicación del modelo patriarcal, no podemos permitir que se retroceda ese paso, y que se invisibilicen nuevamente las causas estructurales y sociales de la violencia contra las mujeres, bajo el velo, nada inocente, de una referencia a ”violencia en el ámbito familiar”, o “violencia doméstica”.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Manifiesto marea violeta



UNA MAREA VIOLETA CONTRA LA OFENSIVA
PATRIARCAL DE LOS GOBIERNOS CONSERVADORES

Ante las decisiones tomadas unilateralmente por los gobiernos de
las comunidades autónomas gobernadas por el PP, como en el
caso de Castilla La Mancha, Asturias y Cantabria, QUE:

REDUCEN los presupuestos destinados a políticas de
igualdad
ROMPEN los acuerdos con las organizaciones de mujeres
mediante los que se venían prestando servicios tales como
centros de orientación y asesoramiento jurídico, casas de
acogida para mujeres víctimas de violencia, etc.
ELIMINAN las subvenciones destinadas a los ayuntamientos
para el mantenimiento de los centros municipales de
información y atención a las mujeres
DESMANTELAN los institutos de la mujer, utilizando su
estructura para promover estereotipos sexistas patriarcales y
modelos de familia tradicionales
INCUMPLEN las leyes de igualdad en cuanto al uso del
lenguaje no sexista y a la obligación de los poderes públicos
de integrar la igualdad real de mujeres y hombres en todas
sus políticas
Todo ello supone una violenta agresión a los avances conseguidos
durante toda la democracia en el logro de los derechos para las
mujeres.
Estas medidas están teniendo como consecuencia directa el
despido de profesionales cualificadas que venían desarrollando
durante años su trabajo en los diferentes recursos de igualdad,
prestando un servicio de calidad y compromiso con la igualdad.

Las organizaciones que suscribimos manifestamos nuestra repulsa
y exigimos el cumplimiento de las leyes de igualdad en todas las
comunidades del territorio español, y convocamos a una
movilización y concentración/manifestación a nivel estatal para el
próximo 10 de febrero a las 19 horas en las plazas principales de las diferentes localidades.

PLATAFORMA VIOLENCIA CERO
FEDERACIÓN FEMINISTA GLORIA ARENAS
FEDERACIÓN POR LA IGUALDAD DE GÉNERO GUALDALHORCE EQUILIBRA
FORUM DE POLÍTICA FEMINISTA DE MÁLAGA
ASOCIACIÓN DE MUJERES PUNTOS SUBVERSIVOS
MOVIMIENTO CONTRA LA INTOLERANCIA DE MÁLAGA
SECRETARÍA DE LA MUJER DE CCOO DE MÁLAGA
ASOCIACIÓN DE MUJERES ARENAS DEL SUR
COLECTIVO: MUJERES MALAKA
ASOCIACIÓN DE MUJERES NEREA
ASOCIACIÓN DE MUJERES AMATISTA
ASOCIACION PARA LA DEFENSA DE LA IMAGEN PÚBLICA DE LA MUJER